Ciprofloxacin
La ciprofloxacina es un antibiótico que se usa para un grupo de antibióticos llamados fluoroquinolonas. Se usa para tratar infecciones bacterianas y no funcionará para infecciones de virus como el resfriado común y la gripe.
SKU: 274
| Cipro 500 mg (Normal Dosage) | |||
| PAQUETE | AHORROS | PRECIO | ORDEN |
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| Cipro 250 mg (Low Dosage) | |||
| PAQUETE | AHORROS | PRECIO | ORDEN |
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$59.00 | |
En el mundo moderno, donde las bacterias evolucionan y las infecciones se vuelven más resistentes, Cipro, nombre comercial del ciprofloxacino, se mantiene como uno de los antibióticos más eficaces y confiables de las últimas décadas. Desarrollado en los años 80 por la farmacéutica Bayer, este medicamento pertenece a la familia de las fluoroquinolonas, y su impacto en la medicina ha sido monumental.
Durante más de 40 años, Cipro ha sido una herramienta vital en hospitales y clínicas de todo el mundo, salvando millones de vidas frente a infecciones graves y complicadas.
El ciprofloxacino es un antibiótico de amplio espectro, lo que significa que puede eliminar una gran variedad de bacterias, tanto grampositivas como gramnegativas.
Su mecanismo de acción es sofisticado: inhibe las enzimas bacterianas ADN girasa y topoisomerasa IV, necesarias para la replicación del ADN bacteriano. Al bloquear estas enzimas, impide que las bacterias se multipliquen, llevando finalmente a su destrucción.
A diferencia de otros antibióticos, el ciprofloxacino no solo detiene el crecimiento bacteriano, sino que lo hace con rapidez y alta biodisponibilidad, tanto en forma oral como intravenosa.
Cipro se utiliza en una amplia gama de infecciones. Entre las más comunes:
Infecciones del tracto urinario (ITU):
Es uno de los tratamientos más recetados para infecciones urinarias complicadas o recurrentes, especialmente las provocadas por E. coli o Klebsiella.
Infecciones respiratorias:
Cipro ayuda a tratar neumonías bacterianas, bronquitis aguda y sinusitis cuando los antibióticos convencionales no son suficientes.
Infecciones gastrointestinales:
Es útil contra patógenos como Salmonella, Shigella o Campylobacter, responsables de diarreas bacterianas graves o fiebre tifoidea.
Infecciones de piel, huesos y articulaciones:
Gracias a su penetración tisular, combate infecciones complejas como osteomielitis o celulitis bacteriana.
Infecciones ginecológicas y prostáticas:
En prostatitis bacteriana crónica o infecciones pélvicas, Cipro suele ser parte del tratamiento estándar.
Prevención del ántrax (carbunco):
Cipro es uno de los pocos antibióticos aprobados por la FDA para la profilaxis y tratamiento del ántrax inhalatorio.
Clase farmacológica: Fluoroquinolona antibacteriana.
Vía de administración: Oral, intravenosa, oftálmica y ótica.
Biodisponibilidad: 70–80% por vía oral.
Vida media: 4–5 horas.
Excreción: Principalmente renal.
Su eficacia radica en que alcanza rápidamente concentraciones terapéuticas en sangre y tejidos, lo que le permite actuar en lugares donde otros antibióticos fallan.
Además, puede combinarse con otros agentes antimicrobianos para tratar infecciones mixtas o resistentes.
Como todo medicamento potente, Cipro requiere uso responsable y bajo supervisión médica.
Los efectos adversos más comunes incluyen:
Náuseas o molestias gastrointestinales leves.
Mareos o sensación de fatiga.
Sensibilidad a la luz solar.
Alteraciones temporales del sueño.
En casos raros, puede afectar tendones (tendinitis o ruptura), especialmente en personas mayores o deportistas. Por eso, no debe combinarse con ejercicio intenso durante el tratamiento.
El ciprofloxacino también puede interactuar con antiácidos, cafeína y algunos anticoagulantes, por lo que es vital seguir las indicaciones del médico al pie de la letra.
Uno de los mayores desafíos del siglo XXI es la resistencia bacteriana.
El abuso de antibióticos ha provocado que muchas bacterias desarrollen mecanismos de defensa.
Cipro sigue siendo efectivo, pero su uso debe ser racional y dirigido: nunca debe tomarse sin receta ni suspenderse antes del tiempo indicado.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) considera al ciprofloxacino un medicamento esencial en la lista global de antibióticos críticos, pero advierte que su empleo debe reservarse para infecciones que realmente lo necesiten.
En América Latina, Cipro ha sido un pilar en los sistemas de salud públicos por su eficacia, costo razonable y amplio rango de acción.
En países como México, Argentina o Perú, es un antibiótico de referencia hospitalaria y domiciliaria.
En España, el ciprofloxacino se prescribe habitualmente bajo marcas como Ciproxin o Ciproflox, con estrictos controles de dosificación y resistencia.
Nombre comercial: Cipro
Principio activo: Ciprofloxacino
Clase: Antibiótico fluoroquinolona
Uso principal: Infecciones bacterianas graves o resistentes
Vías disponibles: Oral, IV, ótica, oftálmica
Precaución: No automedicarse, evitar exposición solar intensa y ejercicio físico excesivo.
1. Andrés, 29 años, México:
“Tuve una infección urinaria fuerte que no respondía a nada. Con Cipro mejoré en tres días. Lo tomé una semana completa y los síntomas desaparecieron. Es potente, pero hay que seguir las indicaciones del médico.”
2. Carmen, 54 años, España:
“Me recetaron Cipro por una sinusitis bacteriana. En dos días la presión en la cabeza bajó. Me sentí un poco mareada al inicio, pero el resultado fue excelente. Es un medicamento muy eficaz.”
3. Julio, 42 años, Perú:
“Tuve una infección gastrointestinal después de un viaje. Cipro fue el que me sacó del problema. Es fuerte, así que acompañé el tratamiento con mucha agua y probióticos. Muy efectivo.”
4. Natalia, 33 años, Argentina:
“Sufrí una cistitis muy dolorosa. Mi urólogo me dio Cipro 500 mg dos veces al día. En 48 horas el ardor desapareció. Recomiendo no suspenderlo antes de tiempo.”
5. Antonio, 61 años, España:
“Tuve prostatitis crónica y solo con Cipro logré controlarla. Fueron 21 días de tratamiento, y valió la pena. Dormía mejor y el malestar desapareció por completo.”
6. Sofía, 25 años, Colombia:
“Soy enfermera y lo he visto funcionar en infecciones hospitalarias graves. Pero también sé que hay que usarlo con respeto. Es una herramienta poderosa si se usa correctamente.”
7. Diego, 70 años, Chile:
“Después de una operación tuve una infección respiratoria. Cipro por vía intravenosa me ayudó a recuperarme rápido. Solo tuve que protegerme del sol porque da fotosensibilidad.”
8. Valentina, 37 años, México:
“Lo tomé por una infección en la piel tras una picadura. Al tercer día ya no había inflamación. Es un medicamento confiable, aunque me dio un poco de insomnio.”
9. Esteban, 46 años, Uruguay:
“Trabajo viajando y tuve una intoxicación bacteriana. Cipro fue mi salvación. A las pocas horas ya podía comer y moverme sin fiebre.”
10. Rosa, 82 años, España:
“Me recetaron Cipro en el hospital por una infección urinaria complicada. Me curé totalmente. Solo tuve que descansar bien y evitar el sol. A mi edad, fue un alivio enorme.”
11. Laura, 58 años, Costa Rica:
“Mi médico me explicó que Cipro es de los antibióticos más seguros cuando se usan bien. Lo tomé por bronquitis y me sentí mejor en tres días.”
12. Juan Carlos, 19 años, Argentina:
“Me dio una infección intestinal después de comer en la calle. El médico me recetó Cipro. A los dos días estaba perfecto. Muy efectivo.”
13. Elena, 45 años, México:
“Tuve una infección renal y fue lo único que me funcionó. Es un medicamento fuerte, pero muy confiable. Siempre bajo receta.”
14. Pedro, 38 años, España:
“Como deportista, tuve que dejar de entrenar mientras lo tomaba. Pero eliminó una infección muscular complicada. Vale la pena cuidarse esos días.”
15. Beatriz, 65 años, Perú:
“Después de una cirugía dental, Cipro evitó que se me infectara la herida. Lo toleré muy bien. No tuve efectos secundarios.”


