Bupropion
Zyban se utiliza adentro como ayuda al tratamiento de la cesación que fuma. Es un deprimente anti.
SKU: 151
| Zyban 150 mg | |||
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                En la lucha contra el tabaquismo, pocas medicinas han tenido tanto impacto y respaldo científico como Zyban, cuyo principio activo es bupropión. Lo que empezó como un antidepresivo se transformó en una de las herramientas más efectivas para dejar de fumar, ayudando a millones de personas a liberarse de la adicción a la nicotina.
Pero Zyban es más que una pastilla: es el puente entre la fuerza de voluntad y el equilibrio neuroquímico que muchos fumadores necesitan para recuperar el control de sus vidas.
Zyban es el nombre comercial del bupropión, un medicamento que originalmente fue desarrollado como antidepresivo atípico en la década de 1980.
 A diferencia de los antidepresivos clásicos, el bupropión no actúa sobre la serotonina, sino sobre la dopamina y la noradrenalina, dos neurotransmisores directamente involucrados en el placer, la motivación y la concentración.
Durante los ensayos clínicos se descubrió un efecto curioso: muchos pacientes dejaban de fumar sin proponérselo. Así nació Zyban, aprobado en 1997 como el primer tratamiento no nicotínico para el abandono del tabaco.
El bupropión bloquea la recaptación neuronal de dopamina y noradrenalina, lo que aumenta sus niveles en el cerebro.
 Esto tiene tres efectos clave:
Reduce los síntomas de abstinencia, como irritabilidad, ansiedad o dificultad para concentrarse.
Disminuye el deseo de fumar, al interferir con los circuitos cerebrales del placer asociados a la nicotina.
Estabiliza el ánimo, ayudando a sobrellevar los días difíciles sin recurrir al cigarrillo.
El resultado es un proceso más llevadero, menos impulsivo y con una sensación real de autocontrol.
Zyban se prescribe normalmente junto con terapia conductual o programas de apoyo, ya que su mayor eficacia se observa cuando se combina tratamiento farmacológico + acompañamiento psicológico.
El tratamiento suele comenzar una o dos semanas antes de dejar de fumar.
 Durante los primeros 6–7 días se toma una dosis baja (150 mg al día), y luego se aumenta a 150 mg dos veces al día.
 La duración típica es de 7 a 12 semanas, aunque algunos tratamientos pueden prolongarse hasta 6 meses, dependiendo de la evolución del paciente.
Según estudios clínicos, las tasas de éxito con Zyban son de 2 a 3 veces superiores a las obtenidas solo con fuerza de voluntad o terapia sin medicación.
Además de su eficacia contra el tabaquismo, el bupropión tiene un papel importante en:
Tratamiento de la depresión mayor, especialmente en personas con fatiga, apatía o anhedonia (pérdida de placer).
Trastorno afectivo estacional (TAE), relacionado con la falta de luz solar.
Trastorno por déficit de atención en adultos (TDAH), como alternativa no estimulante.
Control del peso corporal, al reducir el apetito en ciertos pacientes.
Su versatilidad lo convierte en uno de los fármacos psiquiátricos más modernos y estudiados.
Aunque Zyban tiene un perfil de seguridad favorable, no está exento de posibles efectos secundarios, que pueden variar según la sensibilidad individual.
 Los más frecuentes son:
Insomnio o dificultad para conciliar el sueño.
Sequedad de boca.
Leve ansiedad o inquietud los primeros días.
Dolor de cabeza o temblores leves.
En casos raros, puede aumentar el riesgo de convulsiones (especialmente en dosis altas o en personas con antecedentes).
 Por eso, debe prescribirse y controlarse médicamente, especialmente si el paciente tiene epilepsia, trastornos alimentarios o consumo excesivo de alcohol.
Un consejo práctico: evitar tomar la segunda dosis por la noche, ya que la estimulación dopaminérgica puede afectar el sueño.
Una de las mayores ventajas de Zyban frente a otros tratamientos para dejar de fumar —como los parches o la vareniclina— es que también mejora el estado de ánimo.
 El abandono del tabaco suele causar irritabilidad o tristeza, y el bupropión actúa directamente sobre los sistemas cerebrales que regulan la motivación.
Por eso, muchos usuarios describen sentirse más concentrados, más tranquilos y con menos ansiedad durante el proceso.
 Zyban no sustituye la voluntad, pero la refuerza químicamente.
En América Latina y España, Zyban ha sido una de las opciones más recomendadas por médicos, psicólogos y programas de salud pública para combatir el tabaquismo.
 Su introducción cambió el paradigma: por primera vez, dejar de fumar era posible sin reemplazos de nicotina.
En países como México, Chile y España, miles de pacientes han logrado mantener la abstinencia a largo plazo gracias a este tratamiento, acompañado de asesoramiento y seguimiento profesional.
Nombre comercial: Zyban
Principio activo: Bupropión
Clase farmacológica: Antidepresivo atípico y agente para cesación tabáquica
Mecanismo: Inhibidor de la recaptación de dopamina y noradrenalina
Uso principal: Tratamiento del tabaquismo y depresión
Duración del tratamiento: 7–12 semanas (según indicación médica)
Beneficio clave: Reduce la ansiedad, el deseo de fumar y mejora el ánimo.
1. Jorge, 37 años, México:
“Fumé durante 15 años. Intenté dejarlo muchas veces y siempre volvía. Con Zyban, la diferencia fue enorme. No tenía tanta ansiedad ni ganas de fumar. A las dos semanas ya no lo necesitaba.”
2. Ana María, 52 años, España:
“Mi médico me lo recetó junto con terapia de grupo. Zyban me ayudó a mantener la calma los primeros días sin cigarro. Me sentí más despierta y con energía. Llevo 8 meses sin fumar.”
3. Roberto, 28 años, Chile:
“Lo tomé con miedo al principio, pero fue lo mejor que hice. Los primeros días dormía poco, pero después me estabilicé. Ahora puedo estar con amigos fumadores y no me tienta nada.”
4. Marta, 60 años, Argentina:
“Después de 40 años fumando, pensé que nunca lo lograría. Zyban me quitó el impulso. Me siento más libre, y mi familia también lo nota. Respirar sin toser es un placer.”
5. Luis, 46 años, Perú:
“Soy ingeniero y paso mucho estrés. El cigarro era mi escape. Zyban me ayudó a controlar la ansiedad sin sentirme vacío. Lo recomiendo totalmente.”
6. Carolina, 31 años, Colombia:
“Probé parches, chicles, todo. Solo con Zyban pude pasar la primera semana sin recaer. Me dio confianza y motivación. Además, me ayudó a concentrarme más en el trabajo.”
7. Pedro, 71 años, España:
“Fumar era parte de mi rutina desde joven. Con Zyban, poco a poco las ganas se fueron. Lo mejor fue que no engordé ni me puse nervioso. Hoy llevo un año limpio.”
8. Elena, 44 años, México:
“Mi psiquiatra me lo dio porque también tenía episodios depresivos. Mejoró mi ánimo y, sin darme cuenta, dejé el cigarro. Es un medicamento con doble beneficio.”
9. Diego, 22 años, Uruguay:
“Soy joven, pero fumaba mucho. Zyban me ayudó a cortar el hábito antes de que fuera tarde. Solo noté un poco de insomnio, pero lo manejé cambiando la hora de la dosis.”
10. Teresa, 65 años, España:
“Dejar el tabaco me parecía imposible. Zyban me cambió la mente. Ya no asocio el café con el cigarro. Me siento más viva y con mejor humor. Le debo mucho.”
11. Gabriel, 49 años, Ecuador:
“Fumé dos cajetillas diarias por 20 años. Con Zyban y apoyo psicológico lo dejé. Los primeros días fueron difíciles, pero sin ansiedad ni mal genio.”
12. Daniela, 34 años, Chile:
“No solo dejé de fumar, sino que me siento más alegre. Zyban me dio claridad mental. Lo recomiendo a cualquiera que de verdad quiera dejarlo.”
13. Ricardo, 59 años, México:
“Mi cardiólogo me insistió en dejar el cigarro. Zyban fue parte del cambio. Mi presión mejoró, respiro mejor, y no tengo deseos de volver.”
14. Sonia, 26 años, España:
“Pensé que me costaría mucho, pero Zyban hizo todo más llevadero. Es como si el cerebro se desprogramara del cigarro. Me siento orgullosa de mí.”
15. Juan, 83 años, Argentina:
“Fumé más de medio siglo. Con Zyban, lo logré. A mi edad, eso ya es un milagro. Siento que recuperé años de vida.”





